Historia

               El término municipal de El Bonillo, en época medieval, tenía infinidad de núcleos poblacionales (como demuestran las iglesias y ermitas que hay o había) distando poco entre sí (ermita de Pinilla, ermita de Sotuélamos, iglesia gótica en Cerro Bueno -la actual iglesia de Santa Catalina-, ermita de la Magdalena, Santa Ana, convento de Agustinos, ermita de San Roque), aunque los más importantes eran la aldea de Sotuélamos, San Miguel de Susaña y Santa Catalina (cerca de las Salinas de Pinilla). Estas, a caballo entre los siglos XII y XIII, se unieron en Cerro Bueno formando lo que hoy es El Bonillo, en el sitio donde se encontraba una pequeña iglesia de estilo gótico.

 

Se dice que la unión tuvo lugar porque estos tres núcleos de población se hallaban situados en vaguadas que, en época de lluvias, eran de fácil inundación, y porque en Cerro Bueno había mucha caza y buenas tierras. Poco después del año 1500 se le concede la independencia de la ciudad de Alcaraz.

 De estas tres aldeas originales se conserva:

 - Soto de Álamos (hoy Sotuélamos): la ermita y la propia aldea, que actualmente se sigue utilizando, y donde hasta hace pocos años había un núcleo permanente de población, siendo pedanía de El Bonillo.

 - San Miguel de Susaña: Data del Imperio Romano y se conserva una antigua posada actualmente conocida como Casa Redonda (el nombre hace referencia a su especial construcción), y vestigios de una calzada romana que iba desde la antigua Libisosa (hoy Lezuza) hasta Laminio (Alhambra). En los terrenos cercanos a la aldea los labradores habían encontrado recipientes de cerámica y monedas romanas.

 - Detalle Escudo Templario - Santa Catalina: Era una aldea sujeta al convento de los Templarios, de estilo románico, habitado por los caballeros de la orden del Temple. Se conservan las pinturas en el artesonado, tapado por las bóvedas (entre el tejado y estas). Santa Catalina estaba cerca de las Salinas de Pinilla, que son de remotísima antigüedad. Parece ser que los romanos las aprovechaban, y prueba de ello son los restos de un campamento romano descubierto en las inmediaciones de las lagunas llamadas de las Salinas. Las salinas pasaron a ser en 1620 propiedad real, llamándoselas "El Real Saladero de Pinilla". Cuando la desamortización de Mendizabal pasaron a ser de titularidad privada.

Ya formado el pueblo, y absorbiendo a las gentes de los alrededores, el Bonillo pertenecía a la jurisdicción de Alcaraz.

Cuando en 1475 la ciudad de Alcaraz se revela contra el Marqués de Villena, poniéndose de parte de los Reyes Católicos, los habitantes de El Bonillo se alzaron también en armas y solicitaron la ayuda de los alcaraceños. Estos enviaron sus tropas que, engrosadas con las de El Bonillo, se pusieron en marcha para liberar al pueblo de Munera del dominio del Marqués.

 El 27 de noviembre de 1532 la Emperatriz Isabel le concede facultad para sentenciar sus propias causas civiles, siempre que no excediesen de los 400 maravedíes.

La misma Emperatriz Isabel el 11 de enero de 1534 le concedía la propiedad de la Dehesa Nueva. Posteriormente el Emperador Carlos I de España y V de Alemania le concede el título de Villa por una carta privilegio dada en Barcelona el 12 de febrero de 1538 "Haciéndole merced a la Villa de El Bonillo de eximirla de la ciudad de Alcaraz donde era sujeta, y hacerla villa de sí y sobre sí y darle jurisdicción civil y criminal [...] Y os damos poder y entera facultad para que podáis poner y tener, y pongáis y tengáis horca y picota...". Esta picota es el rollo-picota, hoy conocido como Rollo de San Cristobal, donde se ajusticiaba y exponía a los reos a la vergüenza pública.

El 20 de junio de 1566 Felipe II ratificó la concesión otorgada por Carlos I, y le amplió la jurisdicción "... Se le amplíe y acreciente de nuevo dos terceras partes de dos leguas vulgares que hay de término desde la Villa de El Bonillo hasta el mojón de Villarrobledo que es junto a la ermita de Sotuélamos [...] y que la misma ampliación se le dé a la redonda y contorno de la dicha Villa de El Bonillo."